LISTA DE DESEOS VIAJEROS: DINAMARCA, ¡YA LLEGAMOS!

Copenhague, la ciudad de los récords

Nuestra aventura solo puede empezar aquí, en la capital del país, donde el diseño moderno y los edificios antiguos, la tecnología de vanguardia y la cultura se dan cita en una de las ciudades más sorprendentes del mundo.

Caminando por las calles del centro quedaremos cautivados por la belleza, los colores y el aspecto de sus edificios, tanto si se asoman al mar como si no. La infinidad de facetas y la armonía que se respira en el aire hacen que esta ciudad parezca una acuarela.

Copenhague es un auténtico museo al aire libre y la rica cultura danesa confirma esta sensación, gracias también a la tranquilidad de sus habitantes y a la limpieza de todos los lugares, incluido el puerto, donde incluso es posible bañarse.

Al lado del puerto está el Palacio Real de Amalienborg, la residencia de invierno de la familia real, que se puede visitar, aunque no en su totalidad, y en el que el lujo y la suntuosidad honran la bandera real más antigua del mundo: pues sí, ¡tiene más de 600 años de historia!

Continuando con nuestra ruta por la capital, otra visita obligada son los jardines Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo. Con sus montañas rusas, su lago donde realizar relajantes paseos en barca, zonas verdes con flores de vivos colores y conciertos en las noches de verano, esta atracción turística dejará a todos boquiabiertos.

En nuestros paseos por la capital vale la pena incluir una visita al Museo Nacional, al Castillo de Kronborg y a la hermosa Torre Circular, que alberga el observatorio más antiguo de Europa todavía en funcionamiento. Precisamente, deambulando por las callejuelas de la ciudad, se llega al puerto, donde la famosa estatua dedicada a la Sirenita, encargada por Carl Jacobs en 1909, da la bienvenida a todos aquellos que entran a la ciudad por mar.

¡Es hora de regresar a nuestra autocaravana con base Fiat Ducato y dirigirnos hacia el oeste para continuar nuestro viaje para descubrir Dinamarca!

Odense y las tierras del oeste

Viajando durante un par de horas y cruzando el puente sobre el mar que conecta Halsskov y Nyborg, llegamos a la tercera ciudad más grande del país, otra gran atracción para todos los turistas que cada año visitan la región.

Aquí es obligatorio perderse por las callejuelas del centro histórico, donde aún hoy es posible encontrar algunas de las típicas casas de madera y mampostería de la zona, y visitar la casa natal del escritor Hans Christian Andersen, que actualmente alberga el museo dedicado a este insigne danés. En la ciudad hay otro lugar muy interesante: el Real Museo del Ferrocarril, un destino perfecto para toda la familia.

Otra atracción que no te puedes perder es el Castillo de Egeskov, con su parque hecho de laberintos, donde coches antiguos, zonas de juego, aviones y muchas, muchas otras sorpresas dejarán boquiabiertos a grandes y pequeños. Finalmente, cerca de Odense está la Aldea de Fionia, donde el presente y el pasado se juntan para dar vida a un museo al aire libre en el que se ha recrea la vida danesa entre 1700 y 1900: ¡un lugar único e imperdible! ¿Y para terminar el día? Un fantástico crucero por el río será el broche de oro de la visita, ideal para relajarse mientras se admira cómodamente las bellezas que propone esta ciudad de cuento.

Jutlandia Septentrional y sus maravillas

A este punto, nos toca emprender la ruta hacia el norte, donde podremos aprovechar al máximo nuestra querida autocaravana con base Fiat Ducato. En efecto, en esta región salvaje la palabra clave es aventura y si bien es cierto que hay muchos lugares para visitar, también lo es que, gracias a la libertad que nos brinda nuestro vehículo, ¡no tendremos ningún problema para descubrirlos todos!

Al cabo de aproximadamente dos horas y media de conducir hacia el norte, se llega a Aalborg, nuestro punto de partida para descubrir los lugares más remotos de Dinamarca.

En esta ciudad hay muchas atracciones para los amantes de la historia y la cultura, pero entre todas ellas destacan Lindholm Høje, un importante cementerio y antiguo asentamiento de los vikingos, que vivieron en esta zona hace 1500 años.

Continuando más al norte, hacia la punta extrema donde terminará nuestro viaje, encontraremos dos de las atracciones turísticas más interesantes de todo el país, a poca distancia una de otra.

El desierto de Råbjerg Mile, la duna migratoria más grande del norte de Europa, que se mueve 15 metros al año, nos sumergirá en un paisaje inigualable, dándonos la impresión de haber sido transportados a otro planeta en apenas unos minutos. La arena blanquecina crea un maravilloso efecto óptico al atardecer, mezclándose en un sinfín de colores que se funden en el horizonte.

Aquí también encontraremos el Rubjerg Knude, el faro que -precisamente por el movimiento del desierto- cada año queda más cerca del mar y que, en un día no muy lejano, quedará definitivamente sumergido bajo sus aguas.

El último destino es la punta más extrema de Dinamarca, Grenen, donde el mar de Skagerrak y el mar de Kattegat se encuentran, sin llegar a unirse nunca, creando un espectáculo incomparable. Pero atención: no está permitido bañarse; de hecho, debido a las fuertes corrientes de esta zona, ni tan siquiera es posible navegar en barca.

Nuestro viaje para descubrir Dinamarca termina aquí, a orillas de los dos mares, en un paisaje mágico, entre turistas curiosos que, mirando al horizonte, no pueden dejar de pensar cuál será su próxima aventura a bordo de su autocaravana con base Fiat Ducato.